1. Seguridad
La persona que acude a su comunidad está dada de alta en la seguridad social y cumple con la normativa laboral y de
prevención de riesgos laborales. Su comunidad queda así exonerada de cualquier responsabilidad legal que, por motivo
laboral, pudiera tener.
2. Garantía
La empresa dispone de seguro de responsabilidad civil para hacer frente a cualquier contingencia (rotura de cristales,
roturas y desperfectos por útiles o productos utilizados, …).
3. Tranquilidad
En caso de disconformidad con el servicio prestado, usted y su comunidad tendrá un interlocutor profesional.
4. Transparencia
La empresa expone públicamente y pone a disposición de cualquier vecino/a un parte de asistencia y trabajo con detalle de
los días y horas trabajados, los horarios de entrada y salida, las tareas realizadas y la persona encargada de realizarlas.
5. Profesionalidad
Es un/a profesional de la limpieza quién realiza las tareas, con conocimientos, experiencia y pericia propia del oficio.
Los productos, útiles y máquinas profesionales facilitan las tareas y mejoran el rendimiento y el resultado.
6. Comodidad
Comodidad en el pago pues, por regla general, el pago de los servicios se hace mediante domiciliación bancaria, lo cual es
rápido y sencillo.
7. Estabilidad
Las empresas de limpieza incluyen, en sus presupuestos, las contingencias laborales de la persona realiza las tareas
(vacaciones, bajas, ausencias…). La contratación de una empresa le permite la continuidad en el servicio de limpieza.
8. Presencia
La asistencia de una persona uniformada a su edificio mejora la presencia para sus vecinos y también de cara al exterior.
9. Compromiso social
Con la contratación de una empresa de limpieza su Comunidad de Propietarios cumple con las obligaciones de seguridad
social, paga impuestos y contribuye la creación de empleo.
10. Precio
Los precios de limpieza de Comunidades de Propietarios suelen estar bastante ajustados, sobre todo si se tiene en cuenta
las ventajas que supone.
La limpieza de «las escaleras» por los propios vecinos cada vez es menos frecuente, tanto por el ritmo de vida actual como
por los conflictos vecinales que suelen acarrear.
De otro lado, la limpieza por algún/a vecino/a no suele suponer un gran ahorro si además lo comparamos con los
inconvenientes que suele conllevar, sobre todo cuando el servicio es deficitario o poco transparente.